Las Navidades ya están a la vuelta de la esquina y, con ellas, aparecen los excesos alimentarios y los cambios de hábitos de higiene bucodental, lo que pone en peligro nuestras bocas.
Además de recomendar a los pacientes que moderen el consumo de azúcar y que vigilen la ingesta de alimentos duros, es importante insistir en la necesidad de mantener una higiene bucodental adecuada.
Los pacientes deben tomar conciencia de la importancia de cepillarse los dientes después de cada comida principal, y, sobre todo, antes de irse a la cama, durante un mínimo de 2 minutos, con un cepillo de filamentos redondeados y que esté en buenas condiciones y realizando una técnica de cepillado adecuada, que permita eliminar el biofilm bucal de una forma cómoda, en un tiempo adecuado y sin causar ningún tipo de lesión en los tejidos.
Igualmente, los pacientes deben conocer la importancia de limpiar los espacios interproximales, como mínimo, una vez al día, ya sea con sedas o cintas dentales o con cepillos interproximales si los espacios son son más amplios.
La limpieza lingual, los irrigadores bucales y los enjuagues bucales ayudarán a conseguir una higiene bucodental más completa.
Sin embargo, puesto que es muy difícil que uno mismo sea capaz de eliminar correctamente el biofilm bucal y el cálculo sólo se elimina en la clínica dental, es altamente recomendable someterse a una limpieza bucodental profesional, como mínimo, una vez al año.
¿Qué tal si animamos a los pacientes a incluir una profilaxis dental en la carta a los Reyes Magos para prevenir enfermedades bucodentales?
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