Se define como estado clínico que incluye lesión inflamatoria de la mucosa periimplantaria y pérdida de hueso periimplantario. El diagnóstico de la periimplantitis requiere de la detección de sangrado durante el sondaje y pérdida ósea en el tiempo. Los tejidos periimplantarios sanos actúan como barrera biológica ante algunos de los posibles agentes causales de la enfermedad periimplantaria.
El diseño de un implante es un factor importante para la aparición y desarrollo de la periimplantitis. Las rugosidades de la superficie de un implante, facilitan la adherencia de la placa bacteriana cuando esta superficie queda expuesta al medio bucal. El desajuste entre componentes que integran un sistema implante-prótesis puede favorecer la retención de placa bacteriana, además de permitir el paso de microorganismos al interior del pilar transepitelial.
La formación de novo de una biopelícula sobre la superficie implantaria inicia una respuesta del huésped que comprende el establecimiento de una lesión inflamatoria en la mucosa periimplantaria (mucositis periimplantaria). Al comienzo esta lesión se localiza en el tejido conjuntivo inmediatamente adyacente a la barrera epitelial y en muchos sentidos es similar a la que se desarrolla en la encía cuando se forma el biofilm en superficies dentarias adyacentes. Ante la presencia continua de un biofilm submarginal la lesión de la mucosa marginal que rodea los implantes en ocasiones puede afectar el tejido duro, comprometer la oseointegración, causar grados de pérdida ósea marginal (periimplantitis) y, finalmente, provocar pérdida del implante.
Signos y síntomas:
Enrojecimiento de la mucosa periimplantaria
Supuración purulenta (en ocasiones)
Sangrado al sondaje
Aumento de la profundidad de la bolsa periimplantaria
Dolor a la percusión o al apretar los dientes
Pérdida radiológica de la altura ósea periimplantaria
Movilidad progresiva del implante (en casos muy avanzados)
La asociación entre diferentes microorganismos y la enfermedad periodontal y enfermedad periimplantaria, se rige por los mismos parámetros biológicos. Los principales microorganismos son: espiroquetas y formas gram negativas anaerobias (Prevotella intermedia, Porphyromonas gingivalis, Aggregatibacter actinomycetemcomitans, Tannerella forsythensis, Treponema dentícola, Prevotella nigrescens, Peptostreptococcus micros y Fusobacterium nucleatum).
Otro de los factores que pueden intervenir en la etiopatogenia de la periimplantitis es la sobrecarga mecánica, que suele iniciarse con la aparición de microfacturas óseas alrededor de un implante osteointegrado, debido a las fuerzas excesivas para su capacidad de soporte. En algunas ocasiones, estas fuerzas generan la fractura de algún componente de la prótesis o del propio implante, sin que se produzca pérdida de altura ósea o de la osteointegración.
Es importante recordar que la pérdida ósea periimplantaria debe ser considerada como de etiología multifactorial y que, tanto la infección bacteriana como la sobrecarga mecánica, son factores contribuyentes.
Ortopantomografía que muestra Periimplantitis.
Imagen cedida por el departamento de Periodoncia, Universidad de Valencia.
Periimplantitis.
Imagen cedida por el Dr. R.Galindo.