La enfermedad periodontal es una patología inflamatoria que no solamente afecta a la salud bucodental, sino que puede contribuir al desarrollo de patologías sistémicas. En este artículo exponemos las evidencias científicas que actualmente describen la relación entre la enfermedad periodontal y la artritis reumatoide.
La artritis reumatoide se trata de una enfermedad crónica autoinmune que provoca la inflamación y el deterioro de las articulaciones, aunque también puede afectar otras estructuras como pulmones, ojos, corazón, piel o vasos sanguíneos1,2. Los principales signos y síntomas de esta enfermedad incluyen: hinchazón y sensibilidad a la palpación de las articulaciones, rigidez articular, cansancio, fiebre y pérdida del apetito.
Como ya hemos mencionado, el inicio de la artritis reumatoide es una reacción autoinmune; en cambio, la causa de la periodontitis es una disbiosis del biofilm oral, junto con otros factores de riesgo. Sin embargo, a pesar tener una etiología distinta, ambas patologías presentan una serie de características comunes que resumimos a continuación:
La prevalencia de la periodontitis en pacientes con artritis reumatoide es mayor que en aquellas personas que no sufren esta patología autoinmune3,4. De forma similar, la prevalencia de la artritis reumatoide en pacientes con periodontitis es significativamente mayor que en la población general (4% vs 1%, respectivamente)3.
Actualmente, existe la hipótesis de que la periodontitis podría ser un factor de riesgo para el desarrollo de la artritis reumatoide3,5. Algunos autores han hallado que esta relación está mediada por la actividad de algunos patógenos periodontales, como por ejemplo, Porphyromonas gingivalis, bacteria que contiene una enzima catalizadora de las reacciones de citrulinación de péptidos. Un exceso de proteínas citrulinadas puede actuar como autoantígeno, conduciendo a la formación de anticuerpos antipéptidos cíclicos citrulinados (ACPA), que son reconocidos como marcadores prognósticos de la artritis reumatoide3,4. Recientemente, también se ha observado la implicación de la bacteria periodontopatógena Aggregatibacter actinomycetemcomitans en la citrulinación y la patogénesis de la artritis reumatoide3,4.
Por otra parte, los autores de un estudio reciente han observado una asociación positiva entre la gravedad de la periodontitis y la actividad de la artritis reumatoide6. Además, otros estudios indican que el tratamiento de la artritis mejora la periodontitis, a la vez que el tratamiento de la periodontitis mejora la atritis reumatoide3. En este sentido, el estudio de Kaushal et al evaluó los efectos del tratamiento no quirúrgico de la periodontitis en pacientes con artritis reumatoide y enfermedad periodontal. Los autores no solamente observaron una reducción de los parámetros periodontales (índice de placa, índice gingival, profundidad del sondaje), sino también la disminución de la actividad de la artritis reumatoide a mediante el índice simplificado de actividad de la enfermedad (SDAI)7.
Teniendo en cuenta estos datos, conviene que los pacientes con artritis reumatoide tengan especial cuidado de su salud periodontal. Cepillarse los dientes un mínimo de dos veces al día con cepillos de filamentos suaves de punta redondeada, usar seda dental y/o cepillos interproximales a diario, evitar el tabaco y realizar limpiezas bucales de forma periódica con un profesional son algunas medidas que pueden ayudar a la prevención y el tratamiento de las enfermedades periodontales8. Asimismo, también se recomienda el empleo de enjuagues bucales antisépticos en los pacientes con enfermedad periodontal8. Los colutorios formulados con la combinación clorhexidina - cloruro de cetilpiridinio son altamente eficaces debido a la mayor capacidad antibacteriana que ofrecen respecto a las formulaciones que solamente contienen clorhexidina9.