En cada una de las fases del tratamiento periodontal (fase I o terapia no quirúrguica raspado y alisado radicular—, fase II o terapia quirúrguica, fase III o restauradora y fase IV o de mantenimiento), el cuidado de las encías y de la mucosa oral resulta clave.
Las encías y la mucosa oral, que ofrecen protección a la cavidad bucodental, se pueden ver sometidas a agresiones de diferente tipo según el tratamiento realizado. Tras un proceso quirúrguico en la cavidad bucal, como son las extracciones, las cirugías bucales o periodontales y la colocación de implantes, pueden producirse lesiones en las encías y la mucosa que obligarán, para evitar complicaciones, a adoptar una serie de medidas generales que permitan mantener su integridad:
En el mercado, existen productos específicos para cuidar la mucosa oral. La combinación de clorhexidina, ácido hialurónico y pantenol es una buena elección, puesto que promueve la regeneración de las encías y de la mucosa oral dañada, gracias a la acción antiséptica, regeneradora, reparadora / cicatrizante, y antiinflamatoria de sus componentes.
Clorhexidina
La clorhexidina tiene efecto antiséptico y protege los tejidos dañados, al impedir el crecimiento de la placa bacteriana (biofilm dental) y reducir el riesgo de infecciones bacterianas.
En el momento de su aplicación, cuando se encuentra a una alta concentración, la clorhexidina tiene un efecto antimicrobiano de acción bactericida y causa la muerte celular de los microorganismos de la placa bacteriana. Posteriormente, durante el tiempo en el que queda fijada a las mucosas y se va liberando lentamente, a baja concentración, se comporta como bacteriostática.
Pero, además de su efecto antimicrobiano, la clorhexidina tiene un efecto antiplaca, al impedir la formación de la película adquirida sobre la que posteriormente se adherirán los microorganismos, o, en caso de que ésta ya se haya formado, impedir la adsorción de las bacterias o desorganizar el biofilm dental ya constituido.
Ácido hialurónico
El ácido hialurónico, presente de forma natural en el ser humano, en articulaciones, cartílagos, humor vítreo y piel, pero que puede obtenerse externamente de otras fuentes, tiene propiedades protectores, regeneradoras y reparadoras1.
Tras un tratamiento periodontal, el ácido hialurónico crea, durante la fase inflamatoria, una capa protectora que impide que las bacterias entren dentro de la herida, lo que evita que se produzcan infecciones. Además, en la fase proliferativa, favorece el crecimiento y la multiplicación de los fibroblastos, productores de colágeno, proteína que facilita la migración de células epiteliales y forma una capa protectora que ayuda en el proceso el regeneración y acelera la reparación de los tejidos dañados al mejorar la cicatrización (reduce el tejido de granulación, disminuye el sangrado y mejora el color tisular de la mucosa)2.
Además, la película protectora que forma el ácido hiaulorónico sobre la mucosa oral proporciona una acción bioadhesiva que aumenta el tiempo de contacto de los principios activos en el lugar de acción, lo que ofrece una acción prolongada de los mismos, esencial para proteger los tejidos afectados, evitar infecciones y facilitar su recuperación.
Pantenol
El pantenol, conocido también como provitamina B5 o dexapantenol, es un derivado de la vitamina B5 que, asociado al ácido hialurónico, acelera el proceso de curación posquirúrguico, al ayudar a reducir la inflamación de la zona afectada y a mejorar el proceso cicatrización. Igualmente, permite disminuir la toma de analgésicos y/o antiinflamatorios durante su período de recuperación.