El tabaco se relaciona con varios efectos nocivos a nivel bucodental. Se ha descrito que aumenta el riesgo de desarrollar candidiasis, caries, lesiones precancerosas y cancerosas y enfermedades periodontales1. En este sentido, se ha observado que fumar aumenta un 85% el riesgo de periodontitis y favorece la pérdida dental en pacientes con esta enfermedad2,3.
Una revisión reciente ha recopilado los principales estudios sobre los efectos del cese tabáquico en la salud periodontal y en los resultados de la terapia periodontal4. Por un lado, se ha observado que dejar de fumar se relaciona con un menor riesgo de periodontitis5,6. Además, cuanto más tiempo hace desde el cese tabáquico, menor es el riesgo de desarrollar enfermedades periodontales7. Pasados 10 años, este riesgo es similar al de los no fumadores8. Por otro lado, se ha descrito que los individuos fumadores y exfumadores tienen un mayor riesgo de pérdida dental (2.5 y 1.5 veces, respectivamente) que los no fumadores. En el caso de los exfumadores, a medida que aumenta el tiempo desde que han dejado de fumar, la probabilidad de pérdida dental se reduce9 y, después de 10-20 años, se iguala a la de los no fumadores10,11. Respecto a la recurrencia de periodontitis –definida como profundidad al sondaje ≥ 4 mm y pérdida de inserción clínica ≥ 3 mm asociada a sangrado al sondaje o supuración– se han reportado porcentajes del 44.2%, 68.2% y 80.0% para no fumadores, exfumadores y fumadores, respectivamente. El riesgo de recurrencia a los 6 años de haber recibido terapia periodontal activa es en pacientes fumadores y exfumadores (6.0 y 2.8 veces, respectivamente) que en los no fumadores. También se ha observado que, en exfumadores, el riesgo de recurrencia disminuye a medida que aumenta el tiempo desde que han dejado de fumar12.
El tabaquismo también se ha relacionado con un mayor riesgo de fracaso del tratamiento periodontal, aunque no hay muchos estudios que hayan analizado los efectos del cese tabáquico en los resultados de la terapia periodontal4. Uno de ellos ha descrito que dejar de fumar reduce la profundidad al sondaje de los pacientes con periodontitis13. En otro trabajo, se ha observado que, a diferencia de los pacientes fumadores, los pacientes exfumadores con periodontitis tratados con raspado y alisado radicular presentan una ganancia de inserción clínica a los 12 meses de seguimiento14. En la misma línea, un tercer estudio ha mostrado que los pacientes exfumadores presentan un mayor nivel de inserción clínica, junto con una menor profundidad al sondaje y una menor proporción de sitios con pérdida de inserción clínica ≥ 3 mm, en comparación con los fumadores15.
En resumen, esta revisión pone de manifiesto que dejar de fumar puede reducir el riesgo de periodontitis y pérdida dental. Además, aunque es necesario disponer de más datos de estudios de intervención, la evidencia actual sugiere que dejar de fumar podría aumentar el éxito del tratamiento periodontal. Los autores también subrayan la importancia de conocer el hábito tabáquico de los pacientes, no solo para estimar el riesgo de progresión de la periodontitis y predecir los resultados de la terapia periodontal, sino también para ayudar a dejar de fumar a los pacientes fumadores, de modo que mejore su salud bucodental y general4.