Las drogas son compuestos capaces de modificar el funcionamiento del cerebro2,3. Pueden ser medicamentos, alcohol, tabaco o sustancias ilegales (cannabis, cocaína, anfetaminas, etc.)2. Respecto a estas últimas, se estima que el 29% de los adultos (entre 15 y 64 años) de la Unión Europea ha consumido alguna vez una droga ilegal, siendo el cannabis la droga más consumida, seguida de la cocaína4.
El estudio de los efectos de las drogas sobre la salud es complicado. Sin embargo, se estima que, en 2014, 207 400 muertes en el mundo estaban relacionadas con el consumo de drogas5. Asimismo, el consumo de drogas se suele asociar a cambios psicológicos, nutricionales y sociales que pueden influir en la salud general y dental del individuo6.
Recientemente, Quaranta et al. llevaron a cabo una revisión de la literatura acerca del efecto del consumo de drogas ilegales en la salud periodontal, hallando cierto nivel de evidencia acerca de los efectos del consumo de cannabis y cocaína7.
Esta revisión recogía cinco estudios epidemiológicos8–12 que investigaban el efecto del cannabis en la salud periodontal y sugerían que el consumo regular de esta droga tenía efectos deletéreos similares e independientes al tabaquismo. De todos ellos, el que incluía más participantes y un rango de edad más amplio era el de Shariff et al.10, basado en los datos de 1 939 individuos de edades comprendidas entre los 30 y los 59 años, que formaban parte de la cohorte NHANES (National Health and Nutrition Examination Survey) 2011-2012. El 60% de los participantes del estudio habían consumido cannabis en algún momento de su vida (consumidores eventuales), mientras que un 27% habían consumido cannabis por lo menos una vez al mes durante el último año (consumidores habituales). Además, el 40% de los consumidores habituales también eran fumadores de tabaco en el momento del estudio. Los autores del estudio observaron que los consumidores habituales de cannabis tenían más profundidad al sondaje y pérdida de inserción clínica que los consumidores eventuales, así como una mayor probabilidad de desarrollar periodontitis grave. Este aumento del riesgo de periodontitis grave en consumidores habituales de cannabis también se observó al analizar solamente aquellos participantes que nunca habían fumado tabaco. En cambio, el estudio de López et al. —también incluido en la revisión— no halló asociación entre el consumo de cannabis y signos de periodontitis en adolescentes y adultos jóvenes. No obstante, los autores describieron una relación entre el uso de cannabis y la presencia de gingivitis ulcerosa necrosante en individuos no consumidores tabaco13. Por otra parte, Quaranta et al. también mostraban algunos estudios que describían una asociación entre el consumo crónico de marihuana y el agrandamiento gingival14–16.
En cuanto a la cocaína, la revisión recogía cuatro estudios que habían analizado el efecto de la cocaína o crack en la salud periodontal17–20. El que comprendía un mayor número de participantes era el de Antoniazzi et al.17, con 106 consumidores de crack y 106 individuos que nunca habían consumido esta droga (controles), apareados por edad, sexo y hábito tabáquico. Los autores del estudio observaron una mayor prevalencia de periodontitis en los consumidores de crack que en los controles (40.3% vs 20.8%). Del mismo modo, los consumidores de crack presentaban un peor estado periodontal en términos de índice de placa visible, sangrado al sondaje, profundidad al sondaje y pérdida de inserción clínica y una probabilidad 3 veces mayor de desarrollar periodontitis respecto a los controles. Asimismo, el estudio de Yukna et al. mostraba lesiones gingivales similares a las producidas por la gingivitis ulcerosa necrosante en usuarios de cocaína20. A este respecto, Quaranta et al.atribuían los efectos gingivales de la cocaína a la aplicación de esta droga sobre las encías, ya que produce una vasoconstricción local que puede conllevar la aparición de ulceraciones, eritema y recesiones gingivales dolorosas7.
En definitiva, Quaranta et al. hallaron evidencia sobre los efectos nocivos del consumo de cannabis y cocaína en el estado periodontal de los pacientes. Los autores también señalaban la importancia de identificar estos pacientes y manejarlos de forma adecuada para evitar problemas asociados a la interacción entre determinados fármacos administrados o prescritos en la consulta dental y las drogas consumidas.