La mucositis periimplantaria es una inflamación reversible de los tejidos blandos que rodean un implante dental osteointegrado sin pérdida ósea. Principalmente se caracteriza por el sangrado al sondaje (SS), aunque también puede cursar con eritema, hinchazón, supuración o aumento de la profundidad al sondaje (PS). La evidencia científica sugiere que una de las causas más importante por el desarrollo de la mucositis la mucositis periimplantaria es la presencia del biofilm dental que se acumula alrededor de los implantes4,5.
Si no es tratada correctamente, la mucositis periimplantaria, pierde su carácter reversible, y puede progresar a la periimplantitis - un proceso inflamatorio irreversible, que aparte de afectar los tejidos blandos, causa con una pérdida progresiva del hueso de soporte alrededor del implante.—, especialmente en ausencia de un mantenimiento regular de los implantes5,6. Así, el tratamiento de la mucositis periimplantaria es fundamental para prevenir el desarrollo de periimplantitis y la pérdida ósea.
La mucositis periimplantaria se puede revertir mediante el control del biofilm que rodea el implante afectado4. Para ello, se utilizan diferentes métodos, que no solo incluyen la eliminación mecánica del biofilm, sino también con un buen mantenimiento de higiene por parte del paciente y el uso de coadyuvantes específicos7. A este respecto, Gennai et al. realizaron una revisión sistemática con metaanálisis para conocer la eficacia de las medidas coadyuvantes en pacientes con mucositis periimplantaria, ya fueran llevadas a cabo por los profesionales o por los propios pacientes8.
Los autores de la revisión realizaron una búsqueda bibliográfica de los ensayos clínicos aleatorizados de ≥3 meses de duración publicados hasta abril de 2022 que incluyeran pacientes de ≥18 años, con diagnóstico de mucositis periimplantaria, y sanos a nivel sistémico que hubieran recibido o aplicado medidas coadyuvantes a la instrumentación submarginal. Estos estudios debían comparar la reducción del BoP u otros parámetros indicativos de enfermedades periimplantarias (índice de placa [PI], PPD, supuración, pérdida ósea, etc.) entre los pacientes sometidos solamente a instrumentación submarginal (controles) y aquellos que, además, hubieran recibido o aplicado medidas coadyuvantes8.
Tras realizar la búsqueda bibliográfica y excluir los estudios duplicados y no pertinentes, se incluyeron 16 manuscritos en la revisión, que correspondían a 14 ensayos clínicos aleatorizados y a un total de 710 participantes (403 que habían recibido/aplicado medidas coadyuvantes y 307 controles), con edades comprendidas entre los 24 y los 89 años y seguimientos de 3, 6 o 12 meses. Todos los estudios describían el SS, el IP y la PS, y las medidas coadyuvantes más habituales fueron los probióticos (Lactobacillus reuterii en comprimidos), los antisépticos (principalmente formulados con clorhexidina, clorhexidina y cloruro de cetilpiridinio, delmopinol o hierbas) y los antibióticos sistémicos (azitromicina o amoxicilina).
En los estudios con un seguimiento de 3 y 6 meses, las medidas coadyuvantes, en global, mostraron diferencias estadísticamente significativas en el SS, el IP y la PS respecto a los controles. Al analizar la eficacia de estas medidas por separado, se observó que, tras 3 meses de seguimiento, la mayor reducción en el SS se obtuvo con los antisépticos, seguida de los probióticos y los antibióticos sistémicos y la mayor reducción en el IP tuvo lugar con los antisépticos, seguida de los antibióticos y los probióticos. En el caso de la PS a los 3 meses, solamente se hallaron reducciones estadísticamente significativas al emplear amoxicilina sistémica, clorhexidina al 0.12% y un enjuague formulado a base de hierbas. En los estudios con un seguimiento de 6 meses, solamente se hallaron reducciones estadísticamente significativas en el SS y el IP con el uso de antibióticos sistémicos.
En resumen, la revisión sistemática con metaanálisis de Gennai et al. mostró que el uso de enjuagues con antisépticos, probióticos o antibióticos sistémicos, en combinación con la instrumentación submarginal, puede aportar beneficios clínicos a los pacientes con mucositis periimplantaria.