A lo largo de los años, se ha descrito el vínculo existente entre determinadas bacterias relacionadas con la periodontitis y el cáncer gastrointestinal. Entre ellas figura la Porphyromonas gingivalis, que se considera un patógeno clave en la enfermedad periodontal de las personas adultas. Se trata de una bacteria anaeróbia que coloniza el área subgingival y por ello se asocia a este tipo de enfermedad.
La Porphyromonas gingivalis forma parte de la composición de biofilm bucal, que se encuentra en la superficie de los dientes. Se cree que el sobrecrecimiento de esta bacteria puede provocar una alteración de la respuesta inmune del cuerpo, lo que se podría llegar a traducir en un aumento de la proliferación del biofilm bucal, causando trastornos biológicos e incrementando el riesgo de desarrollar patologías bucales como la enfermedad periodontal1,2.
Por otro lado, un estudio reciente3 ha analizado la evidencia de varias investigaciones previas, concluyendo que esta bacteria se relaciona de alguna manera con el cáncer oral.
Otra investigación ha sido publicada recientemente, en este caso una revisión sistemática4. En ella se ha descrito que la periodontitis crónica, es una de las enfermedades inflamatorias más comunes en los humanos, suele relacionarse con la presencia de la Porphyromonas gingivalis.
Para comprender las implicaciones de la inflamación, es importante destacar que su estimulación y permanencia se regulan por medio de mecanismos complejos, entre los que se encuentra la modificación epigenética, que incluye cambios químicos en el ADN y proteínas asociadas. Esto puede llevar a transformaciones de la transcripción del código genético, de forma que dichos cambios podrían contribuir a la progresión del cáncer y las enfermedades inflamatorias.
De esta manera, se considera que la periodontitis, al ser inflamatoria, también podría tener un efecto sobre los cánceres, independientemente de la presencia concreta de la bacteria Porphyromonas gingivalis.
Finalmente, los investigadores proponen diversas medidas para la prevención y tratamiento del cáncer en relación a esta bacteria y a nivel de cuidado de salud bucal. Como por ejemplo evaluar la presencia de Porphyromonas gingivalis en el biofilm bucal, para identificar individuos susceptibles de enfermedad periodontal, además de ayudar a prevenir su diseminación a otras partes del cuerpo.
Además, sugieren que es conveniente mantener una higiene bucal estricta para ayudar a prevenir la aparición de enfermedades bucales. Para ello, es particularmente recomendable utilizar productos antisépticos como los colutorios de clorhexidina o cloruro de cetilpiridinio.
Estos estudios destacan que, aunque se ha observado una relación entre la enfermedad periodontal y el cáncer oral, la evidencia del rol de la Porphyromonas gingivalis toadvía es limitada, por lo que los investigadores sugieren que hay que realizar más estudios.