El lupus eritematoso sistémico (LES) es una enfermedad crónica autoinmunitaria, caracterizada por la inflamación de distintos sistemas u órganos como las articulaciones, la piel, los riñones, los pulmones, el corazón o el sistema nervioso1,2. Afecta principalmente a las mujeres y, aunque puede presentarse a cualquier edad, es más común en personas de entre 15 y 45 años1,3.
Los signos y síntomas del LES son muy variables en función de los sistemas y órganos afectados por la enfermedad. Algunos de los más comunes son: fatiga, fiebre, dolor e inflamación de las articulaciones, eritema en forma de mariposa en el rostro (concretamente, en la zona de las mejillas y la nariz) y dolor torácico1–3.
Las causas del LES no se conocen con exactitud. No obstante, se cree que esta enfermedad puede estar asociada a factores genéticos, hormonales y ambientales2,3.
Los pacientes con LES pueden presentar manifestaciones a nivel bucodental, como por ejemplo ulceraciones de la mucosa oral, caries o pérdida dental4,5. Asimismo, algunos estudios han descrito un mayor riesgo de periodontitis en pacientes con LES que en controles sanos6,7.
Hace unos meses, Sojod et al. llevaron a cabo una revisión de la literatura científica de los 30 últimos años con el fin de identificar y examinar la evidencia referente a la relación entre las enfermedades periodontales y el LES8. Uno de los aspectos que analizaron fue el impacto del LES en las enfermedades periodontales. En este sentido, observaron que, en general, los estudios incluidos en la revisión describían una mayor prevalencia de las enfermedades periodontales en pacientes con LES que en la población general. En cambio, los estudios referentes al impacto del LES en la gravedad de las enfermedades periodontales no ofrecían datos concluyentes: en algunos, los pacientes con LES presentaban un peor estatus periodontal; sin embargo, en otros, no se observaban diferencias entre grupos, o incluso se observaban mejores parámetros periodontales en los pacientes con LES. Los autores atribuían estos resultados contradictorios a factores como las distintas definiciones de enfermedad periodontal, la presencia de posibles variables de confusión (p.ej., tabaquismo, estrés) o el uso de fármacos antiinflamatorios para el tratamiento del LES.
Los investigadores también analizaron el impacto de las enfermedades periodontales en el LES. A este respecto, algunos estudios describían un mayor riesgo de LES en pacientes con periodontitis y, otros, una mejora de la respuesta a la terapia inmunosupresora en aquellos pacientes con LES y enfermedad periodontal que recibían tratamiento periodontal.
La revisión de Sojod et al. también proponía algunos mecanismos que podrían explicar la relación entre ambas enfermedades8. Por una parte, el LES podría afectar a la patogénesis de las enfermedades periodontales mediante:
Por otra parte, los mecanismos que proponían los autores para explicar la relación entre la enfermedad periodontal y la patogénesis del LES involucraban a los receptores tipo Toll (TLRs):
En resumen, la evidencia científica actual sugiere una asociación bidireccional entre las enfermedades periodontales y el LES. No obstante, es necesario disponer de estudios clínicos prospectivos con un número elevado de participantes (pacientes bien definidos en términos de LES y enfermedades periodontales y sus respectivos controles) para establecer las relaciones de causalidad entre ambas patologías.